Ventas por e-mail, ¿son tan eficaces?
No son pocos los especialistas en Marketing Digital, que recomiendan con mucha fuerza y argumentos, la conveniencia de obtener a través de diversos contenidos, una gran lista de suscriptores, lectores y personas de su mercado meta, para después sin que constituya spam, ofrecer vía correo electrónico que fueron licitamente obtenidos, sus productos y/o servicios, con una serie de ventajas para el consumidor registrado.
Sin duda que tener listas de miles de consumidores, permite a las compañías de cualquier tamaño, llegar a éstos en la forma y periocidad, que más les convenga, haciendo ver desde luego, al final del correo electrónico, que éste obedece a la suscripción que realizó el destinatario. Con ello, aseguran con verdad, que no es un spam.
Ciertamente que lo anterior es verdadero en la mayoría de los casos y puede ser muy cómodo para el cliente, recibir noticias y ofertas de su proveedor y en lo personal concuerdo con ello. Pienso que es una potente y eficiente herramienta, para lograr de alguna manera, la muy esquiva fidelización de nuestro cliente, mantener un estrecho contacto y proporcionarle información útil, eventuales up grade, mejoras de los productos o servicios, etc.
Lo extraño de todo esto y que constituye el motivo principal de esta reflexión, es que lamentablemente son muchos los “especialistas en marketing digital”, que ofrecen una serie de servicios, con plazos perentorios para acceder a sus propuestas y al momento de abrir éstas y hasta pocas horas antes del cierre, te llenan de correos informando una y otra vez su proposición. Esta mala práctica en mi modesto entender, sí constituye una violenta intromisión en nuestras casillas de correo, toda vez que en algunos casos, llega a ser tan hostigante el bombardeo de correos electrónicos que – casi diría yo – produce el efecto contrario al deseado.
Más aún, se materializa el cierre, pues son muy cumplidores en ello y a las pocas horas, te empiezan a llegar otras tandas de correos electrónicos, informando por un lado, que la convocatoria fue un éxito, ‘se apuntaron miles de felices clientes’; pero por otro lado, lamentablemente quedaron ‘otros miles sin la oportunidad de acceder al ofrecimiento’ y que a esta hora por desgracia, están llorando, depresivos y a punto de cometer locuras que no son reproducibles; por lo que se ha decidido generosamente, abrir nuevamente la convocatoria hasta el ‘sábado a las 23:59 hrs.’ ¡Sic!
Obviamente, empieza nuevamente otra secuencia de bombardeos de la oferta, diciéndote una y otra vez que te quedan 24, 20, 12, 5, 4 y 1 hora para aprovechar la oferta y ya no se volverá a repetir en los años venideros. Grandes, esos especialistas en Marketing, que entre otras materias, te iban a enseñar cómo realizar efectivas campañas de marketing a través de mail y terminan en aburridos spam.
Sin duda alguna, cuando uno se encuentra con este tipo de gurús, seudos expertos en marketing, iluminados faraones, dan ganas de salir arrancando y por supuesto, no confiar en sus capacidades profesionales, ya que verdaderamente, son un grupo de personajes muy oscuros, que de verdad, no saben ejecutar eficientes campañas de marketing a través de los correos electrónicos como tampoco en ninguna otra plataforma y por tanto, lo mejor es anular la eventual suscripción y enviarlos a Spam sin mayor demora.
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El bombardeo de estas ofertas es a veces es tan intenso que te hace hasta ponerte en la posición antagónica y de un total desprecio por la irrupción e invasión desautorizada de tus espacios. Lamentablemente el marketing en muchas de sus expresiones, no respeta estos espacios y mientras no exista una legislación regulatoria, es mejor no mezclarse con estas prácticas abusivas y no darles “oxigeno”.
Tienes razón, en las apreciaciones estimado Jaco. Sin embargo, no creo que haga falta más regulaciones. Basta usar las herramientas que se disponen, como catalogarlos de spam y cuento acabado. Ellos, se dan cuenta del castigo y les duele bastante. Mis saludos.